Antes de la sumersión de lleno en la Arquitectura al matricularme en esta apasionante carrera (en la que me encuentro en el segundo año), siempre había sentido cosquilleos tempranos por esta disciplina desde que se puede considerar que tengo uso de razón. Siempre revoloteando con piezas de construcción y gastando asíduamente libretas dibujando.
Académicamente siempre me decliné por la ramas de ciencias, concretamente con la tecnológica. Durante esta etapa me podría considerar un amante de las matemáticas y el dibujo técnico, siendo éste último la indicación definitiva de que quería y debía cursas la carrera de arquitectura. Después de un año de aclimatamiento y de mejora de multitud de herramientas gráficas y propedéuticas a la hora de abordar un proceso arquitectónico, empezando a definir mi propio estilo en base al cual formar una base sólida sobre la que apoyar mi incipiente carrera profesional como futuro arquitecto.
Principalmente para definirme a la hora de trabajar haría referencia a todo lo circundante con la palabra técnico, me gusta comprometerme con mi trabajo e intentar sacar siempre el máximo partido a mi incursiones. Con poca compasión en la autocrítica no me gusta el conformismo. Ha sido la directriz de disciplina de mi trabajo.
¿Cómo se traduce lo anterior dicho a mis propuestas arquitectónicas y todo lo tiene que ver en referencia?
Principalmente considero que las asignaturas de dibujo y de expresión gráfica han sido las que más han influido en mi de momento a la hora de trabajar con estas metodologías, ya que siempre he sido de ceñirme muy a la norma y no salirme de esta.
Lo más significativo del primer curso probablemente fueron las asignaturas relacionadas con el dibujo y la propuesta de proyecto en la asignatura de proyectos 0, donde pretendí reconvertir una viejo refugio en una residencia estudiantil y experimentar domésticamente.

En lo referente a este segundo curso, de las asignaturas de las que me he podido empapar en el segundo cuatrimestre e incorporar sus enseñanzas a mi método propio podría destacar la capacidad de manejar multitud de datos y plasmarlos gráficamente para poder conocer y saber como funciona y estructura una entidad de urbana en Urbanismo I. Por otro lado en Análisis e Ideación Gráfica II he podido incorporar un criterio bastante sólido a la hora de idear, en aspectos plásticos y estéticos, llegando a ser capaz de sintetizar la esencia abstracta que define una arquitectura.
Como colofón a esta experiencia de aprendizaje que de nada sirve si no se puede plasmar en la resolución proyectual de un proceso arquitectónico. En este apartado cabe resaltar la aportación como investigación personal que ha proporcionado la asignatura de proyectos II, basándose en la transformación o interpretación de nuestros anfitriones, personas que han emigrado al sureste español y que desarollan su vida aquí.
En mi caso he trabajado con Javier,un hombre que se dedica al mundo del transporte y de lo que he podido sacar en claro de su mundo, aunque ha habido difciltutades, es todo lo ordenado entramado de su mundo, todo se controla al milímetro. Mi propuesta de definición proyectual para interpretar su mundo fue el cambiar la libre configuración de sus principales elementos (Cajas de cartón, mercancía). Este proceso puede darse a cabo sin perder orden ni coherencia lógica en la ordenación.
Hasta hoy lo más resaltable de mi experiencia personal ha sido lo anteriormente reflejado
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